Para interponer la correspondiente reclamación, lo primero que debe usted saber es si tiene o no una tarjeta revolving. Puede saberlo si tiene en cuenta estos requisitos que, a priori, nos indicarían que estamos ante una tarjeta de este tipo:
- Con la tarjeta puede aplazar el pago de las compras aplicando intereses.
- Tienen un límite máximo de disposición durante un cierto período.
- Dispone de mucha flexibilidad de disposición económica.
- Los intereses son elevados (podemos referenciar que lo son si superan un 17% o 18% en función del año del contrato)
Cuando se tengan claras estas cuestiones, puede dirigir un escrito a la entidad que haya suministrado la tarjeta solicitando que declare la nulidad de su contrato y el reintegro de las cantidades abonadas en exceso, en su caso.
En nuestro despacho, estas reclamaciones son gratuitas.
Si la entidad que le ha suministrado su tarjeta no contesta, puede acudir a la vía judicial. Debe usted saber que la gran mayoría de las tarjetas revolving aplican intereses tremendamente elevados y desproporcionados, por lo que son susceptibles de reclamación.